¿Cuál es el límite? ¿Hasta qué punto el miedo es más grande que nosotros mismos? Evitamos aquellas cosas de las que no queremos hacernos cargo, aquellas que no queremos afrontar, creyendo que desaparecerán por sí mismas y así no tendríamos que esforzarnos. ¿Se debe realmente a una falta de interés?, ¿o será un gran estado de ignorancia sobre quienes somos y cómo influye en quienes nos rodean?
¿Cuál es la necesidad que nos lleva a evadir mediante despreocupación un desenlace fatal, sabiendo que de esa manera sólo nos encaminamos al mismo?
¿El miedo?, ¿la muerte?, ¿el fin? Todos funcionan igual, y esto será así por los siglos de los siglos. ¿Por qué seguimos dejando que estados como estos nos paralicen en la vida diaria? Están para jodernos en vida, ¿por qué vivir jodido?, ¿por qué seguir alimentando lo que nos hace mal?, aquello que nos retrasa o nos detiene. ¿Por qué consentir aquello que nos envenena lentamente sin darnos demasiada cuenta? ¡¿Por qué?!
Minimizar las cosas sólo las agranda un poco más.
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